ABDOMINOPLASTIA EN VALENCIA

La abdominoplastia puede ser la solución para conseguir un abdomen tonificado, plano y definido. Tener un vientre plano, es el sueño estético de muchas personas.

El canon de belleza actual cuando nos referimos al estado del abdomen, coincide con el del periodo clásico griego. El “abdomen ideal” de las esculturas de mármol griegas nos muestran un vientre armonioso, con contornos definidos y un aspecto tonificado, dejando ver con precisión y finura el contorno de los músculos abdominales.
Conseguir un abdomen de ensueño no es fácil. Para muchas personas requiere un gran esfuerzo en dietas estrictas, control de peso y ejercicios de tonificación frecuentes y potentes. Sin embargo, muchas veces estos métodos no son capaces de proporcionarnos el resultado esperado, bien porque existen depósitos lipídicos que no responden a dieta o ejercicio, o bien por factores de la constitución de cada cuerpo.

La abdominoplastia tiene como finalidad devolver la firmeza al abdomen, eliminando la piel y tejido adiposo en exceso, así como reparar la “diástasis” o separación de los músculos rectos abdominales debilitados por el embarazo, y devolver la estructura y función a esta musculatura.
El resultado es un perfil abdominal más suave y firme, y una disminución notable del contorno a nivel de cintura. Por otro lado, se vuelven a definir las curvas en esa zona (cintura, cadera).
Antes de someterte a una abdominoplastia es recomendable que conozcas los factores que podrían haber influido en la aparición de la barriga.

¿Qué factores influyen a menudo en la aparición de barriga?

Son varios los factores que pueden influir en la aparición de barriga en nuestro cuerpo.
• Factores hereditarios
• Cirugías previas
• Pérdidas masivas de peso tras una cirugía para tratar la obesidad
• Cambios de peso importantes
• El envejecimiento
• El embarazo

Vamos a centrarnos en el embarazo como un factor que cualquier mujer, a pesar de tener un abdomen trabajado, tonificado y fuerte, podría sufrir.

Los cambios en el abdomen tras la maternidad.

La maternidad conlleva cambios corporales que a muchas mujeres les gustaría corregir. Durante el embarazo, el abdomen produce un estiramiento de la piel, un aumento de la flacidez y una acumulación de grasa en la cintura y cartucheras debido a la generación natural del espacio que el bebé necesita para crecer.
En muchas ocasiones, este estiramiento también afecta la musculatura abdominal, por la distensión y la separación de la línea media de los músculos rectos abdominales. Este fenómeno natural de separación de los músculos se conoce como “diástasis de rectos” y provoca una protusión abdominal, una especie de barriguita en la zona media del abdomen, y que puede ocurrir en pacientes delgadas y con buena tonicidad muscular.

En general hay muchas personas con un peso normal que desarrollan esa “tripa o barriga”, pueden tener esa separación de los músculos abdominlaes, o bien presentar exceso de piel y/o grasa a nivel abdominal.

La abdominoplastia. Qué es y qué debes tener en cuenta.

La abdominoplastia es una intervención quirúrgica y como tal se realiza con anestesia general, en un quirófano equipado para tal fin y con la presencia de un equipo médico preparado. La intervención consiste en resecar la piel y grasa que se encuentra en exceso en la zona abdominal para conseguir que luzca plano, terso y definido. En muchas ocasiones se combina con una liposucción (de abdomen, flancos, espalda…), según las necesidades de cada paciente . La cicatriz queda en la zona abdominal inferior, a nivel de pubis, y suele ser inapreciable al ir tapada por la ropa interior.

Las técnicas quirúrgicas para la abdominoplastia

  • Miniabdominoplastia
  • Abdominoplastia clásica
  • Diástasis de rectos
  • Abdominoplastia en “flor de Lis”

Fotos del antes y después de una operación de abdominoplastia

La abdominoplastia. Qué es y qué debes tener en cuenta.

La abdominoplastia es una intervención quirúrgica y como tal se realiza con anestesia general, en un quirófano equipado para tal fin y con la presencia de un equipo médico preparado. La intervención consiste en resecar la piel y grasa que se encuentra en exceso en la zona abdominal para conseguir que luzca plano, terso y definido. En muchas ocasiones se combina con una liposucción (de abdomen, flancos, espalda…), según las necesidades de cada paciente . La cicatriz queda en la zona abdominal inferior, a nivel de pubis, y suele ser inapreciable al ir tapada por la ropa interior.

Las técnicas quirúrgicas para la abdominoplastia

Miniabdominoplastia

Esta técnica reseca la piel del abdomen inferior, sin modificar la posición del ombligo. Es la cirugía más sencilla y menos agresiva, que simplemente extirpa el tejido sobrante de la zona inferior, y devuelve la tersura al abdomen. Está indicado sólo para casos de flacidez abdominal o faldones leves. Es común combinarlo con reparación de diastásis de rectos ya que muchas veces esta flacidez de la piel del abdomen, así como la diástasis de rectos, van de la mano y aparecen secundariamente al mismo proceso: el embarazo.

Abdominoplastia clásica

Con esta técnica quirúrgica se extirpa un huso grande de piel y grasa, la “barriguita”. Normalmente es necesario reconstruir el ombligo, se conserva el del propio paciente y se aboca en la piel del abdomen una vez el procedimiento está concluido. Si existe diástasis de rectos, se ha de reparar también. Los resultados suelen ser impresionantes y el paciente agradece mucho la cirugía, por varios motivos:
o Se nota subjetiva y objetivamente un gran descenso de contorno abdominal, cintura etc.
o Vuelve a tener un abdomen liso y definido.
o La musculatura abdominal vuelve a estar alineada y funciona tal como una faja de contención, lo cual disminuye muchas veces el apetito y mejora la postura de los pacientes.
o Pueden retomar actividades que antes les eran dificultosas: ejercicio físico, deporte, etc. Y por no decir el cambio de vestuario a tallas menores.

Diástasis de rectos

Se produce por efecto de las fuerzas de distensión que acaban separando de la línea media de los músculos rectos abdominales. Este fenómeno provoca una protusión abdominal, una especie de barriguita en la zona media del abdomen, y que puede ocurrir en pacientes delgados/as y con buena tonicidad muscular. La corrección de esta alteración se basa en reparar la unión entre estos dos músculos y reconstruir el sistema muscular abdominal para que vuelva a tener su efecto de contención sobre el contenido abdominal. En el momento de reconstruir este defecto se devuelven sus propiedades biomecánicas a la pared abdominal.

Abdominoplastia en “flor de Lis”

Cuando el exceso de piel y grasa es severo y repartido globalmente en todo el abdomen, en muchas ocasiones es necesario extirpar grasa de la parte inferior del abdomen así como de la parte más superior, mediante una incisión transversa en abdomen y una vertical en la zona del abdomen alto. Esta abdominoplastia está indicada en algunos pacientes con cirugías bariátricas y grandes pérdidas de peso, o cono cicatrices de laparotomía media.

Recomendaciones a la hora de realizarte una abdominoplastia.

  1.  Interrumpe el consumo de tabaco 2-3 semanas antes de la intervención.
  2.  No fumes durante las primeras semanas posteriores a la intervención. El tabaco se relaciona con el aumento de la tasa de complicaciones, como por ejemplo problemas de cicatrización.
  3. El ingreso hospitalario suele durar unas 24 horas.
  4. Durante el postoperatorio utiliza prendas de presoterapia (faja o body) para disminuir el edema provocado por la operación. Además mejorará y acelerará la cicatrización y la recuperación.
  5. Volverás a tener una actividad normal pasados los 7-14 días.

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