La cruroplastia o “lifting de muslos” es un procedimiento dentro de la cirugía plástica y estética que remodela los muslos, reduciendo tanto el exceso de grasa como de piel.
¿Cómo saber si necesito una cruroplastia o “lifting de muslos?
Hay diferentes tipos de pacientes candidatos a esta cirugía:
- Por un lado están los pacientes que consultan por flacidez cutánea (ya sea por predisposición o herencia genética, o la flacidez típica adquirida durante el proceso de envejecimiento). En este caso la cirugía ha de centrarse en extirpar la piel y tejidos sobrantes, y devolver la tersura a los muslos.
- Otro tipo de pacientes son los que consultan por acúmulos adiposos localizados en esta zona (aunque su piel está tersa y dura, notan depósitos de grasa bajo la piel de los muslos). Son pacientes jóvenes o con buena calidad y elasticidad de piel que mantienen muslos tersos aunque con exceso de adiposidad en su interior. En este caso, la liposucción será el tratamiento adecuado.
- Por último, los pacientes que han perdido una gran cantidad de peso (por ejemplo, tras cirugía bariátrica, balones gástricos, o simplemente con dieta y ejercicio) y presentan un exceso de piel, grasa, y otros tejidos, con una característica flacidez cutánea, pliegues o faldones son candidatos estrella a la cirugía de cruroplastia: en este caso se ha de combinar la liposucción y extirpación de la piel y tejidos sobrantes.
SI uno de estos casos es el tuyo o tienes dudas, solicita una primera consulta con DraVillaverde. Te ayudaremos a definir los cambios que quieres ver en ti.
OBJETIVO DEL LIFTING DE MUSLOS
El objetivo del lifting de muslos es por tanto, devolver el contorno adecuado a los muslos, y si existe exceso de tejido adiposo, también se eliminará. Por ello esta cirugía combina varias técnicas: liposucción y/o resección cutánea, dependiendo de cada caso en concreto.
- En la primera parte de la cirugía generalmente se realiza la liposucción de estas zonas, que ha de ser cautelosa y proteger estructuras vasculares y nerviosas, así como linfáticas, para no causar ninguna complicación. También es muy importante una técnica delicada que no genere depresiones o irregularidades en la piel.
- Posteriormente se realiza la resección cutánea y “lifting de muslos”. Es importante hacer una planificación minuciosa para resecar el tejido adecuado y dejar una silueta y contorno en el muslo natural, con las curvas adecuadas de esta región anatómica.
En caso de que la resección fuera excesiva, las cicatrices quedarían tensas y muchas veces se ensancharían, o el contorno del muslo y pierna se mostraría alterado. Las cicatrices anchas comprometen en gran medida el resultado de una cirugía estética, y por supuesto también lo hacen los defectos en el contorno.
En el caso contrario, si la resección fuera escasa, no se conseguirían corregir totalmente los defectos (la facidez, pliegues y exceso de tejidos seguirían persistiendo), o no se alcanzaría el resultado óptimo en ese paciente.
CONSIDERACIONES ACERCA DE LA CRUROPLASTIA
- Fumar es una contraindicación relativa.
- El abordaje y patrón de resección cutánea pueden variar en función de la técnica utilizada, aunque actualmente con el desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas se tiende a ser lo menos agresivo posible. Este patrón de resección determinará el tipo de cicatriz resultante, y generalmente la cicatriz es longitudinal y se sitúa en la línea media de los muslos. No suelen ser necesarias cicatrices en la ingle, que estuvieron de moda hace algunos años, pero están cada vez más en desuso por sus complicaciones, porque se desplazan o deforman el contorno del pubis… En ocasiones en las cuales se ha de extirpar poco tejido, el diseño puede ser un huso en la parte más proximal del muslo, de orientación transversal al eje del muslo.
- Realizando la intervención con una técnica depurada, eliminando el exceso de tejido adiposo y cutáneo, y con adecuada sutura de los tejidos, las cicatrices resultantes generalmente no suponen ningún problema (cicatrices finas y planas, no ensanchadas).
- El lifting de muslos o cruroplastia es una intervención quirúrgica, y como tal, ha de ser realizada en un quirófano, con anestesia general, y con el equipo médico y sanitario adecuado (cirujanos/as, anestesistas, enfermeros/as, auxiliares).
- El paciente suele estar ingresado menos de 24 horas, el alta se efectúa habitualmente el día después de la cirugía.
- En el postoperatorio es necesario llevar prendas específicas de presoterapia: disminuyen el edema postoperatorio, mejoran y aceleran la cicatrización, y contribuyen a una rápida recuperación. Estas se han de llevar varias semanas tras la cirugía (4-6 semanas)
- La recuperación es rápida, en 7-14 días se puede recuperar una actividad normal.
- Posteriormente la persona puede llevar una vida normal sin ningún tipo de restricción.
En definitiva, si te planteas la posibilidad de someterte a este procedimiento, consulta con tu cirujano plástico de confianza. Comprueba siempre la titulación adecuada de tu cirujano como “Especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva”. Tu cirujano realizará una valoración clínica y una exploración física, y te asesorará de si este procedimiento está indicado en tu caso, si es efectivamente el procedimiento que realmente necesitas, o por el contrario te recomendará otro.
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