La gluteoplastia o remodelado de los glúteos es un procedimiento que devuelve el contorno y silueta a la zona de los glúteos.
Hay diferentes tipos de pacientes que se desean someter a este tipo de intervención, entre los que podemos destacar:
La gluteoplastia se puede realizar mediante diferentes técnicas, alternativamente o combinándolas. Las principales son:
Es el procedimiento indicado en pacientes que tienen algún acúmulo de grasa que deseen eliminar (por ejemplo abdomen, flancos, caderas, etc. ). Este exceso de grasa se extrae y se procesa para posteriormente injertarlo en la zona glútea, para darle forma, firmeza, y mejorar su contorno. Este procedimiento es sencillo, con resultados predecibles, mínimas incisiones y cicatrices (1-2 mm), y escaso riesgo de complicaciones. En este procedimiento se tratan dos zonas: la donante, de donde extraemos grasa; y la receptora, en este caso la zona glútea, donde la injertamos. Por tanto se trataría al mismo tiempo de una “lipoescultura”. La grasa, una vez prende en la zona receptora (los glúteos) permanece para toda la vida.
Es el procedimiento indicado para pacientes que desean aumentar el volumen de glúteos, definir su forma, darle tersura, proyección, etc. pero están delgados y por tanto su tejido adiposo es insuficiente para hacer una aumento con grasa. Las protesis se colocan dentro del músculo glúteo mayor a través de dos pequeñas incisiones escondidas en la zona glútea interna, por tanto luego están totalmente disimuladas. Será necesario en este caso revisar periódicamente las prótesis con su cirujano plástico.
Para pacientes que necesitan o desean un aumento moderado – grande, y que disponen de una cantidad limitada de zona donante de tejido adiposo.
Esta cirugía utiliza exclusivamente los tejidos del paciente, está indicada especialmente en pacientes con exceso de piel y tejido en esa zona tras pérdidas grandes de peso.
Consiste en extirpar la piel sobrante, y remodelar los tejidos internos (tejido celular subcutáneo, grasa, etc), dándoles una nueva forma y soporte para devolver un contorno armónico a la zona (tanto en lo relativo a forma, como proyección, tersura, etc).
La duración de esta cirugía varía entre la hora y media y tres horas, en función de la técnica/s que se utilice.
Es preciso realizar el procedimiento bajo anestesia general y el paciente habitualmente se queda ingresado de 12 a 24 horas. Ha de llevar drenajes durante al menos 5 días, y a la semana se pueden retirar los puntos de sutura.
La recuperación y reinserción a su actividad habitual se realiza en 10-14 días, y la actividad deportiva se puede retomar a las 3-4 semanas.
Pide cita sin compromiso.