MASTECTOMÍA PROFILÁCTICA

En los últimos años, dentro del tratamiento del cáncer de mama, se ha popularizado la técnica de mastectomía profiláctica. En líneas generales, se trata de un procedimiento que tiene como objetivo eliminar el tejido mamario “sano” en pacientes con riesgo genético de desarrollar un tumor maligno de mamas (historia familiar, genes BRCA1+, BRCA2+, lesiones premalignas, etc.).

Indicaciones de la mastectomía profiláctica

1. Una o más familiares de primer grado (madre, hija, hermana) con antecedente de cáncer de mama durante premenopausia.
2. Dos o más familiares de primer grado con antecedentes de cáncer de mama en postmenopausia.
3. Antecedente de enfermedad macroquística, con aspiración de 5 o más quistes que han requerido aspiración .
4. Antecedente de carcinoma lobulillar in situ.
5. Hiperplasia ductal atípica.
6. Hiperplasia lobulillar atípica.
7.  Mutación de genes BRCA 1 o BRCA2.

En los últimos veinte años este procedimiento se ha implantado plenamente dentro de las unidades de tratamiento del cáncer mamario. Sin embargo, en sus comienzos fue una técnica mirada con recelo, ya que era una técnica muy agresiva y de la cual no se conocía su verdadera efectividad y validez a la hora de prevenir el cáncer mamario, de ahí la controversia.

Hoy en día se estima que la tasa de reducción del riesgo de cáncer de mama tras realizar una mastectomía profiláctica oscila entre el 89,5- 98,9% .

Dada la agresividad de este procedimiento radical, su realización ha de estar totalmente justificada, ya que no está exento de complicaciones; por ello es necesario analizar en cada caso la relación beneficio- riesgo antes de fijar la indicación quirúrgica.

El aumento de incidencia de cánceres mamarios (que es en parte debido al aumento de la esperanza de vida, y también a la mejora de métodos diagnósticos que nos permiten diagnosticarlo en estadíos tempranos), así como la “cancerofobia” marcada que exhiben muchos pacientes, provoca en ocasiones que se sobreindiquen este tipo de cirugías, exponiendo al paciente a riesgos innecesarios.

Un suceso que contribuyó a la popularización de este procedimiento entre la población general fue que la famosa actriz Angelina Jolie se sometió a esta intervención en 2013, debido a su riesgo familiar de padecer este tipo de cáncer. Desde entonces, muchas pacientes preguntan por este procedimiento, y estarían dispuestas a pasar por él aún sin estar indicado o ser candidatas adecuadas, y sin tener en cuenta las posibles complicaciones.

 

Conservación de complejo Areola-Pezón

Hoy por hoy se acepta que en la realización de mastectomías subcutáneas profilácticas se puede realizar la conservación del complejo areola- pezón con garantías, manteniendo la seguridad oncológica. En casos con buen pronóstico, si comparamos mastectomías profilácticas con y sin conservación de complejo areola y pezón, la tasa de recurrencia es similar, prácticamente inexistente. Es por ello que la tendencia actual es mantener el complejo areola pezón, dado que su conservación proporciona un resultado estético mejor, y proporciona beneficios psicológicos y en términos de conservación de la propia imagen y sexualidad de la paciente, según muestran los cuestionarios para valorar el índice de calidad de vida (Breast-Q).

No obstante, es necesario valorar las características de cada paciente, y sus parámetros individualizados de riesgo, y en la toma de la decisión final ha de participar un equipo multidisciplinar especializado en el tema (normalmente los Comités de las Unidades de Patología Mamaria).

¿Cuáles son las posibles complicaciones de la mastectomía profiláctica?

Incluso en las mejores manos este procedimiento no está exento de complicaciones. En un artículo publicado en agosto de 2016 en la publicación especializada “Plastic And Reconstructive Surgery”, se muestran los resultados y complicaciones de una serie de 160 pacientes a las que se realizó el procedimiento de mastectomía ahorradora de areola y pezón y reconstrucción inmediata con prótesis, en el Departamento de Cirugía Plástica del Hospital NYU Langone de Nueva York (Estados Unidos). La tasa de complicaciones mayores fue considerable, teniendo un 8,1% de necrosis de colgajos cutáneos, 5,6% fallo de la reconstrucción, 4,4 % necrosis de areola, 4,4% de explante de prótesis, y 2,5 % de celulitis que requirió antibioterapia intravenosa. En total 25% de tasa de complicaciones mayores, y sin contabilizar las complicaciones menores, que suponen un porcentaje similar.

Es por ello que se ha de seleccionar muy bien a los pacientes que se beneficiarán de esta cirugía tan agresiva, intentando minimizar el riesgo de complicaciones. Y es que precisamente una de las claves de esta cirugía es conseguir una reducción del riesgo de padecer cáncer mamario, asegurando a la vez una adecuada viabilidad de los tejidos mamarios remanentes… en ocasiones vemos que se hacen cirugías extremadamente agresivas que serán el origen de complicaciones postoperatorias, o que contraindican o imposibilitan la reconstrucción inmediata de esa mama.

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