La rinoplastia es la quinta cirugía estética más demandada según SECPRE, la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética. Con esta cirugía conseguimos remodelar la nariz mejorando sus proporciones y armonía en el conjunto de la cara. Aunque no siempre responde a necesidades estéticas, ya que la rinoplastia también puede ayudarnos a corregir alteraciones respiratorias o ventilatorias secundarias, debidas a causas hereditarias, accidentes o secuelas de otras cirugías previas.
En muchas ocasiones, la rinoplastia es más que una cirugía estética que mejora el aspecto de nuestra nariz ya que consigue mejoras funcionales. La rinoplastia mejora obstrucciones de la vía área, ya sea rectificando el tabique nasal, tratando la hipertrofia de cornetes, etc.
Cuando se realiza una rinoplastia para mejorar una obstrucción de la vía aérea, se han de evaluar cuidadosamente las estructuras nasales que van a influenciar tanto el paso del aire y la ventilación. Generalmente, una desviación del tabique nasal, constituye una de las causas más comunes de alteración respiratoria, y su corrección se consigue ajustando las diferentes estructuras nasales hasta conseguir un mejor alineamiento.
La cirugía de rinoplastia incluye los siguientes pasos:
La medicación anestésica se administra para mantener el bienestar del paciente durante el procedimiento quirúrgico. Entre las opciones se incluyen sedación intravenosa o anestesia general. El cirujano le recomendará la mejor opción para su caso en concreto.
La rinoplastia se puede realizar mediante el procedimiento cerrado (las incisiones se esconden dentro de la nariz) o mediante el procedimiento abierto (se realiza una incisión a través de la columela, la banda fina de tejidos que separa ambas fosas nasales). A través de estas incisiones, se separan con suavidad los tejidos blandos que sirven de cobertura a la nariz, permitiendo el acceso a los elementos estructurales de la nariz que serán el objetivo de nuestra remodelación.
En función de cada caso en particular, pueden ser precisos procedimientos de reducción o aumento de estructuras nasales. En una nariz más grande de lo habitual se realizarán maniobras de reducción eliminando hueso o cartílago de la estructura, mientras que en el caso contrario se pueden necesitar técnicas de aumento mediante la adición de injertos de cartílago, procedente de otras partes del cuerpo. En general, el cartílago procede del septum o tabique nasal, aunque en ocasiones puede ser necesario tomar cartílago de la oreja, o más raramente cartílago costal. Por otro lado, puede ser necesario la realización de pequeñas fracturas en los huesos nasales (osteotomías externas) a fin de reducir la anchura a nivel del puente nasal. En ocasiones es necesario colocar una sujeción a nivel de la columnela (poste o strut, de cartílago), y en otras ocasiones es necesario colocar dos cartílagos paralelamente al tabique para mantener la válvula interna abierta a pesar del proceso de cicatrización (spreader graft).
Si el septum o tabique está desviado, puede ser enderezado, reduciendo así las proyecciones dentro de la nariz para mejorar la respiración.
Una vez se remodelan las estructuras subyacentes de la nariz hasta obtener la forma deseada, se reacomoda la piel y los tejidos nasales, y se cierran las incisiones. Se pueden realizar incisiones adicionales a nivel de las crestas naturales sobre los alares, para conseguir modificar el tamaño de las fosas nasales.
Al finalizar la intervención, se coloca un taponamiento de gasas y una férula termoplástica para mantener y soportar la nueva estructura nasal, mientras los tejidos comienzan a cicatrizar. El taponamiento se mantiene durante 48 horas, y la férula durante 1-2 semanas.
En Dra Villaverde te ayudaremos a definir los mejores cambios para tu perfil nasal, de manera que los resultados de la rinoplastia sean satisfactorios y naturales. Durante tu primera consulta con la Dra Villaverde hablaremos de:
Es importante que en la primera consulta con la Dra Villaverde realices preguntas acerca de las dudas que te hayan podido surgir. Te recomendamos que prepares una lista de dudas y la lleves a la consulta. Entender todos los aspectos relativos a la intervención es esencial para afrontar con éxito una rinoplastia.
En la preparación para la cirugía de remodelación nasal, o rinoplastia, pueden ser necesarios:
Recibirá instrucciones específicas acerca de:
Aunque la inflamación inicial cede a las pocas semanas, la reabsorción de todo el edema y la cicatrización de los tejidos nasales duran meses e incluso un año, es por ello que en ocasiones no se podrá apreciar el contorno y forma nasal definitivas hasta el año postoperatorio. Durante este periodo tienen lugar cambios graduales en la apariencia de la nariz, hasta que va tomando forma un resultado más permanente; la inflamación puede ser fluctuante e incluso ser peor por la mañana. Este proceso también irá marcado por las características del paciente, según tenga una piel delgada (en la cual se acumulará menos líquido o edema), o una piel gruesa (en la que se acumula gran cantidad de líquido y los cambios tardarán más tiempo en poder observarse). Una vez pasado el periodo del año, los resultados son casi siempre permanentes, aunque en raras ocasiones, el cartílago puede seguir cambiando de forma y alterar los tejidos circundantes, lo que afectaría el resultado final con el tiempo.
Durante el postoperatorio inmediato se le explicará como cuidar la zona intervenida, el tratamiento e indicaciones que ha de seguir, qué factores debe tener en cuenta en relación con la zona operada y en relación a su salud en general, y cuándo volver a la consulta para revisión y las siguientes visitas. Una vez de vuelta a casa, si experimenta cualquier síntoma anómalo (dolor intenso, fiebre, dificultades respiratorias, cansancio extremo, latidos cardíacos inusuales o dolor en pecho), contacte inmediatamente con su cirujano.
Es importante seguir en todo momento las instrucciones del cirujano acerca del cuidado de sus heridas quirúrgicas, es la clave del éxito de la intervención. Las incisiones realizadas no se han de exponer a fuerzas excesivas, tirones, abrasiones o movimientos durante el período de curación para promover la cicatrización más favorable posible y evitar alteraciones a este nivel.
Normalmente tendrá que llevar férula nasal durante 1-2 semanas, según el tipo de rinoplastia e intervención el cirujanos le recomendará un manejo u otro específicamente. En caso de llevar taponamiento nasal, se suele retirar en 1-2 días, y en el caso de llevar puntos se suelen retirar en 5-7 días.
Se puede retomar las actividades de la vida normal en 1-2 semanas, también en función de la técnica utilizada y las necesidades individuales de cada paciente.
En general un buen candidato para esta cirugía es aquel que:
La rinoplastia, así como cualquier otro procedimiento de cirugía estética, es una elección personal, de forma que la persona que está pensando en someterse a esta intervención, debe tomar la decisión por sí misma, no para satisfacer los deseos de otra persona, o para tratar de adaptarse a un estereotipo de imagen ideal. Es la propia persona la que ha de valorar si los beneficios que logrará coinciden con sus expectativas, así como conocer los riesgos y las posibles complicaciones de rinoplastia.
La decisión de someterse a una intervención de estética es extremadamente personal. Cada persona ha de decidir si los beneficios esperados alcanzan sus expectativas, y si los riesgos y potenciales complicaciones son aceptables. El cirujano plástico explicará detalladamente los riesgos asociados con la cirugía, y se le pedirá al paciente que firme un consentimiento informado, para garantizar que fcomprende globalmente el procedimiento y cualquier riesgo o complicación potencial.
Entre los riesgos de la rinoplastia, se encuentran los siguientes: riesgo de complicaciones anestésicas, sangrado o hematoma por ruptura de pequeños vasos de la nariz, infección, anomalías en la cicatrización, dehiscencia de herida quirúrgica, alteraciones en la sensibilidad (dolor, adormecimiento…), perforación del septum nasal (pese a que es una complicación rara, es posible, y haría necesaria una nueva intervención quirúrgica para reparar el septum, aunque en ocasiones el defecto es permanente), alteraciones en la respiración, una apariencia nasal no satisfactoria, asimetría nasal, inflamación, edema nasal y alteraciones en la coloración, irregularidades en el contorno de la piel, extrusión de suturas a través de la piel de tal manera que fueran visibles o provocaran una irritación, posiblidad de una cirugía de revisión. En cirugías de una duración larga, podrían surgir complicaciones cardíacas y/o pulmonares, que se podrían deber a la formación de coágulos de sangre en el sistema venoso (trombosis venosa).
Todos estos riesgos han de ser comentados antes de firmar el consentimiento informado, por lo que es importante que el paciente haga todas las preguntas que estime necesarias al cirujano plástico.
El ejercicio de la medicina y cirugía no es una ciencia exacta, ya que aunque se anticipen buenos resultados, no hay garantías. En algunos casos, no es posible obtener resultados óptimos con una sola cirugía y puede requerirse otra intervención para lograr el resultado estético deseado.
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